sábado, 25 de septiembre de 2010

"Amiga Mia"

Amiga:

Intente de todo. Matarte en mi memoria y enterrarte en lo más profundo de mi ser. Pero no puedo. Te amo demasiado como para hacerlo. Hacer que nunca te conocí y seguir con mi vida. Pero no me animo. Vos no lo sabes, pero me envuelvo en cada una de tus palabras que me llenan por dentro, algo que nunca nadie había hecho. Seguir siendo tu amigo amigo ahora, fingiendo que ya no te amo amor. No quiero renunciar a tu existencia.
No tengo nada de nada. Porque no te tengo a vos. Y no te sientas culpable, nadie lo es, ni siquiera yo. Por algo esto debe estar pasando. Quizás es una lección de la vida. Y que lección. Sufrir dos veces por lo mismo, ya no es lo mismo.
La noche que me dijiste, que me aclaraste que me amabas, pero no de la forma en la que yo, en ese momento sentí como mi alma se desprendía de mi cuerpo y se trasladaba a donde yo no la pudiera encontrar. Cada palabra la tengo grabada. Usaste una metáfora, como es tu costumbre. Lo hiciste menos duro.
Pero cada día de mi existencia es más difícil, sabiendo que ahora me quedé completamente solo, sin una sola esperanza de estar con vos.
A veces odio tu existencia; otras amo tu esencia. Porque por vos se me están acabando los pensamientos positivos y mi sentido del humor. Aunque por otro lado, me devolviste la inspiración para escribir de nuevo con ese sentido. Ansío desesperadamente besarte, conocer tu mirada otra vez, que la siento cada vez que despierto y mirarte de una vez, por todas, porque por primera vez, mi amor por vos esta ciego. No me importa como seas, igual así te voy amar por sobre todas las cosas.
Cada día que no hablo con vos es un suplicio. Me pregunto a todas horas que estarás haciendo en ese preciso momento. Intento calcular el momento exacto en el que te veo aparecer con un “Hola”. Te veo pocas veces, y aunque tengo planeado que no voy a decir estupideces ni avergonzarme a mi mismo, lo hago. Es uno de mis impulsos cuando estoy nervioso. Y es que a veces, estando frente a vos, no sé que decir. Las palabras más tontas se me escapan de la boca y las termino escribiendo en el teclado.
Solo quiero que sepas, que mientras estés presente en mi mente, trataré de borrarte, para que todo vuelva (o al menos parezca que va) a ser como antes. Ninguno de los dos quiere estar en medio de esta situación, y sin embargo lo estamos.
Me resigne a que debo acostumbrarme a llorar. Ya hacía mucho tiempo que no lo hacía. Me hiciste sensible cuando me había acostumbrado a parecer que no tenía sentimientos. Me acostumbre a hablar de vos todo el tiempo. Mis amigos dicen que te olvide, que no vales la pena, cuando en realidad, sé que en el fondo que al final de toda oscuridad siempre hay una luz. ¿Sabes qué? vos sos esa luz, que se apaga a ratos, las veces que sufro por vos.
Quiero dejar de escribir, pero es que, o no puedo, o simplemente no quiero.
Sos lo más cercano a la perfección que tube enfrente. Sos lo más lindo que me paso en mi vida hasta ahora, mi pasadizo secreto hasta mi verdadero yo. No espero volver a ser tu amor, pero estoy orgulloso que vos seas el mío.
Me enseñaste a no reprimir mis sentimientos, aunque no te diste cuenta. Y te doy las gracias, aunque, cuando te las dé, no tengas ni la más mínima idea del por qué.
En otro de mis intentos por olvidarte, trate de fijarme en otras personas, pensando que vos no eras la correcta y que mi otra mitad está en otro lado. Pero eso para mí sería como ignorar tu existencia.
Creeme, no es nada sencillo sacarte de mis pensamientos. Te volverías un recuerdo. Y no quiero que seas eso.
No espero que con esto de repente empieces a sentir de nuevo algo por mi, que vengas a buscarme y decirme que me amas. No. Sólo quiero que sepas todas estas cosas y algunas con una poco de locura. Estaras en mis sueños, y aquella pequeña estrella que va a brillar en mi cielo, esa seras vos.
Te amo!
 
Tu amigo.

0 comentarios:

Publicar un comentario